Seguidores

sábado, 1 de junio de 2013

Cigüeña blanca (Ciconia ciconia)


Elegante y confiada, la Cigüeña Blanca es un ave popular en casi todas las regiones españolas su costumbre de anidar en iglesias y otros altos edificios ha determinado que su presencia resulte familiar a todo el mundo. El regreso de las primeras cigüeñas al final del invierno suele ser un acontecimiento en la plácida vida de pueblos y aldeas, que tradicionalmente han incluido esta ave en multitud de dichos y refranes populares. Terminada la cría de los pollos, y una vez que han volado, los adultos siguen durmiendo en el nido por un tiempo; después, a finales de verano, jóvenes y adultos se reúnen en bandos numerosos apartados de los lugares de nidificación; vagan algunos días por la comarca, durmiendo en árboles o en el suelo, hasta que llega el momento de emprender el viaje a África, que las distintas agrupaciones realizan gradualmente. Poco amigas de una larga travesía sobre el mar, pues utilizan corrientes térmicas para elevarse, aprovechan el Estrecho de Gibraltar para cruzar a África. Se ha comprobado mediante el anillamiento que las cigüeñas españolas invernan en África occidental, al sur del Sahara. Identificación: Plumaje blanco; alas negras y blancas, pico y patas rojos; en vuelo silueta característica con cuello y patas estiradas; sexos iguales. Nidificación: Nido voluminoso, construido o arreglado por el macho hasta que llega la hembra poco después; consiste en un montón de ramas en forma de copa poco profunda, guarnecido con detritus; puesta, en marzo-abril, de 4 a 5 huevos blancos; incubación, 34 días, por ambos padres; los pollos, alimentados por la pareja, vuelan tras unos 60 días. Alimentación: Batracios, roedores pequeños, gusanos, insectos, reptiles, peces y moluscos. Hábitat: Ciudades y pueblos.

Buitre leonado (Gyps fulvus )


A gran altura, una pareja de buitres leonados describe vueltas lentamente, con las alas extendidas y rígidas, uno junto al otro o tan exactamente superpuestos que parecen unidos por un invisible hilo. Este magnífico vuelo nupcial puede observarse todavía a fines de diciembre o principios de enero en diversas montañas españolas, pero no ocurre lo mismo en el resto de Europa, donde en su gran mayoría han sido exterminados. Hostigados por cazadores y por desaprensivos colectores de huevos; diezmados por los cebos envenenados que se destinan a los animales carniceros; hambrientos por la escasez de comida cuando se alteran las prácticas de pastoreo, los efectivos de la población española han disminuido alarmantemente en los últimos años y, de no aplicarse remedio a todos estos peligros, podrían alcanzar un nivel crítico para el equilibrio de la especie. Aunque la mayoría de los buitres leonados españoles parecen ser sedentarios, muchos de ellos realizan desplazamientos a considerables distancias de sus colonias de cría, así como movimientos estacionales de unas buitreras a otras, en general descendiendo de mayores alturas a zonas más bajas. Identificación: Leonado, salvo rémiges y rectrices pardo muy oscuro; cabeza y cuello desnudos, con escaso plumón blanco; gola de plumas en la base del cuello, blancas en los adultos, pardas en los jóvenes; pico fuerte; patas relativamente débiles. Nidificación: En colonias; en cornisas o grietas de roqueros; nido voluminoso, de ramas, con forro de hierbas, musgo y pelos, no necesariamente abrigados; puesta, en febrero, un huevo blanco; incubación, por los dos sexos, de unos 60 días; el pollo, alimentado por ambos padres, vuelan tras unos tres meses. Alimentación: Cadáveres de mamíferos, sobre todo ovejas, cabras, bóvidos, asnos, mulas, caballos; en casos de hambre, basuras. Hábitat: Montañas y riscos.

Garcilla bueyera (Bubulcus ibis)



La costumbre de andar pausadamente entre las patas del ganado vacuno, comiendo toda suerte de insectos y animalillos que aquél levanta al forrajear, le vale su nombre a la Garcilla Bueyera, que también suele posarse en el lomo de las reses, a lo que aluden muchos otros nombres populares que se le aplican en las regiones meridionales de España, tales como «espulgabueyes», «rezneros», «garrapateros», etc. Cría en colonias, asociada a cigüeñas y otras especies de garzas y generalmente regresa en años sucesivos a los lugares que escoge para anidar. Elige como emplazamientos desde terrenos húmedos, carrizales o tarajes ribereños, hasta zonas secas, en este caso brezales, alcornoques, encinas, pinos y otros árboles. En España la Garcilla Bueyera es una extraordinaria colonizadora de nuevas zonas. En los últimos 20 años su área de cría se ha extendido hacia el centro de la Península, sin duda por la protección que se le ha deparado en el sur y por la facilidad natural del ave para adaptarse a terrenos muy variados. Identificación: Menor tamaño y cuello más corto y grueso que la Garceta Común; casi totalmente blanca, con manchas ocráceas en garganta, occipucio y dorso, que se atenúan en invierno; pico amarillo, patas oscuras; los jóvenes, blanco puro sin manchas, pico pardo amarillento y patas verdosas; sexos iguales. Nidificación: Anida en colonias; el nido, construido por ambos sexos, es una plataforma desarreglada de palitos, normalmente en árboles, aunque a veces en arbustos y cañas, más o menos cerca del agua; puesta, de abril a junio, de 3 a 5 huevos azulados claro liso; incubación, por ambos sexos, de unos 22 a 23 días; los pollos son alimentados por ambos padres. Alimentación: Principalmente insectos capturados en el suelo entre el ganado; también batracios y reptiles. Hábitat: Aguas continentales.

Pajaro moscon (Remiz Pendulinus)


Con frecuencia se dice que las aves no actúan inteligentemente: el Pájaro Moscón podría hacer dudar de esta afirmación. En efecto, el macho de esta especie no tiene igual para escoger una horquilla terminal de una rama flexible de taray, de sauce o de chopo y sujetar en ella su original nido. Una vez terminado el anillo inicial que forma la base, el acabado exterior es una verdadera maravilla. La hembra, hasta entonces invisible, es finalmente atraída por los incesantes gritos del macho, que recuerdan los del Escribano Palustre. Releva entonces a su pareja y termina la construcción del nido con un revestimiento interior mullido. Luego echa al macho y desde ese momento toda la responsabilidad de la reproducción recae sobre ella. En España, el Pájaro Moscón anida en todo Levante y valle del río Ebro. Tras la época de la reproducción, se observan congregaciones medianas que vagabundean durante el otoño-invierno, y se alejan de aquellas zonas hasta 200-300 kilómetros, por lo que aparecen en áreas muy distantes de las de cría. Después, en primavera, regresan a los lugares habituales de nidificación. Identificación: Pequeño; partes superiores rojizo vivo; cabeza gris, con anchas bandas negras en la frente y los ojos (en adultos); partes inferiores castaño y crema. Pico corto muy puntiagudo. La hembra tiene dorso y pecho más claros. Nidificación: Nido construido generalmente cerca del agua, con fibras animales o vegetales, telas de arañas y semillas plumosas de plantas, sobre todo acuáticas, en forma de huevo y una entrada tubular, suspendido de unas ramitas; puesta, de abril a mayo, de 5 a 8 huevos, blanco mate; incubación, sólo por la hembra, de unos 14 días; los pollos, alimentados principalmente por la hembra, vuelan tras 15 ó 20 días. Alimentación: Insectos, arañas y algunas semillas.

Gorrión común (Passer domesticus)



Debido a que el Gorrión Común es muy corriente, en España se cree que es el pájaro que más abunda, pero de hecho está prácticamente localizado en la vecindad de zonas habitadas y su número es inferior, por lo menos, al del Pinzón Vulgar. Probablemente no existían gorriones comunes en España antes de la llegada del hombre del Neolítico. Sólo a fines del verano se desliga este gorrión de las edificaciones, desplazándose a los campos cultivados para alimentarse de grano. En estas ocasiones puede vérsele, en el sur de España, mezclado en bandos con el Gorrión Moruno, compartiendo ambos los dormideros, generalmente en árboles y cañaverales retirados de lugares habitados. El elemento importante de su galanteo es el «corro de gorriones», que normalmente comienza sólo con un macho que corteja a una hembra saludándola con las alas caídas, cola levantada y cabeza echada ligeramente hacia atrás. Si se acerca demasiado, la hembra puede picotearle. En este momento aparecen otros machos chillando hasta que la hembra se echa a volar. Identificación: Partes superiores pardas, rayadas de negro; píleo y obispillo grises, hombros pardo-rojizos y babero negro; barra alar blanca; menos esbelto que el Gorrión Molinero; hembra parda con el dorso rayado. Nidificación: Ambos sexos construyen nido descuidado, de hierba seca, en agujero de edificio o árbol, a veces en seto espeso, siendo entonces cerrado; pone, de abril a agosto, de 3 a 5 huevos blancos con pintas grises y pardas; incubación, especialmente por la hembra, de 12 a 14 días; los pollos, alimentados por ambos padres, vuelan hacia los 15 días; hasta tres crías. Alimentación: Granos u otras semillas; insectos y sus larvas; en áreas urbanas, casi únicamente desperdicios. Hábitat: Ciudades y pueblos.

Bisbita Alpino (Anthus spinoletta)

Distinguen al Bisbita Alpino de los otros bisbitas que crían en nuestro país, su gran tamaño, plumaje más grisáceo y patas pardo-oscuras, casi negras. En todas las estaciones deja oír un duro y típico grito, «fib», que a veces emite en una lenta serie. Dos razas de esta especie se han aislado geográficamente, una de montaña (Bisbita Alpino) y la otra marítima (Bisbita Costero), que principalmente se distinguen por la coloración blanca o grisácea, respectivamente, de las rectricesexternas. Al borde del mar, el Costero se alimenta de pequeños crustáceos, insectos o pececillos. El alpino, en cambio, se alimenta principalmente de insectos, que captura en las praderas de montaña y áreas desforestadas altas, que constituyen sus terrenos predilectos. Recorre esta baja vegetación caminando rápidamente. Sin embargo, muchas veces canta en época de cría desde algún árbol próximo o hilo telegráfico. Llegado el mal tiempo, realiza movimientos trashumantes que le desplazan a zonas bajas donde frecuenta puntos cercanos al agua dulce, complementando en este caso su alimentación con moluscos acuáticos. Identificación: Partes superiores pardo-grisáceas; más grande y más gris que los bisbitas pratenses o arbóreos; cola con rectrices externas blancas; patas pardo oscuro; sexos iguales. Nidificación: Construye nido de hierbas secas en acantilado o en tierra, en una cavidad, a menudo guarnecido por vegetación, e incluso en un talud o muro; puesta, abril-junio, de 4 a 5 huevos blanco sucio con marcas grises y pardas; incubación, sólo por la hembra, de unos 14 días; los pollos, cebados por ambos sexos, dejan el nido después de unos 16 días; normalmente dos crías. Alimentación: Insectos; pequeños crustáceos y moluscos; algunas semillas, restos vegetales y pececillos. Hábitat: Montañas y riscos.

Escribano Palustre (Emberiza schoeniclus)












Tanto el macho, con su llamativo collar blanco que contrasta con la negra cabeza, como la hembra, de colores parduscos, usan una treta que no es común entre las pequeñas aves arborícolas. El Escribano Palustre se ve a menudo volando ondulante en cortos vuelos espasmódicos o agitando la cola en un posadero mientras emite su canto más bien monótono, que es una sucesión de notas chirriantes: «tsiictsiic-tsiic-tississisc». El cortejo consiste principalmente en persecuciones rápidas acabando a menudo en un simulacro de combate y cayendo ambas aves al suelo. El macho también esponja su collar blanco exponiéndolo ante la hembra. No todos forman parejas simples sino que algunos machos poseen varios nidos con distinta hembra. Probablemente la mayoría de los escribanos que crían en España son sedentarios; otros procedentes de otros puntos de Europa llegan en gran número para invernar. Sus áreas favoritas de cría son los lugares pantanosos con vegetación palustre y las márgenes herbosas de ríos, en las que suele anidar con bastante densidad entre vegetación seca. Identificación: Macho en plumaje nupcial tiene cabeza y garganta negras y collar blanco, dorso pardo oscuro listado, obispillo grisáceo, partes inferiores pardo grisáceas; el diseño de la cabeza se difumina en invierno; hembra parda listada, con bigoteras blancas y negras. Nidificación: Hembra construye nido de hierba seca, forrado con pelo y hierbecillas, normalmente en cepellón o en el suelo, entre vegetación; pone, de abril a junio, de 3 a 5 huevos, ante-oliváceo o verde claro, marcados de negro; incubación, sobre todo por la hembra, unos 14 días; los pollos, cebados por ambos padres, vuelan tras unos 12 días. Alimentación: Principalmente semillas de plantas acuáticas; algo de alimento animal, que incluye caracoles dulceacuícolas, escarabajos, orugas y otros insectos. Hábitat: Marismas y zonas palustres.

Curruca cabecinegra(Sylvia melanocephala)

La Curruca Cabecinegra se reproduce en abundancia en toda la costa mediterránea española y realmente parece sustituir allí a la Curruca Capirotada con la que tiene un gran parecido. Su matraqueante alarma llama poderosamente la atención. Al acercarnos, sale un momento al descubierto, nos mira atentamente desde lo alto de una rama y casi sin darnos tiempo a observarla, se vuelve a meter en el fondo del arbusto o vuela como a sacudidas hacia otro próximo. Pocas veces se las puede ver volar grandes distancias y más a menudo pasa el tiempo husmeando entre las ramas bajas de matorrales y arbustos sin parar un instante de lanzar su característica voz. Si se observa al descubierto, permite aproximarse unos cinco metros y al volar muestra claramente las rectrices exteriores blancas de la cola. Es un pájaro de hábitos reservados al que cuesta trabajo incluso ver. Identificación: Los machos poseen la cabeza negra en contraste con el color blanco de la garganta y parte inferior de los carrillos. La espalda y dorso de las alas tienen un tono gris pizarra o ceniza oscuro con un ligero tinte pardusco. El pecho y el vientre son blancos, aquél a veces tiene un ligero tinte rosado. La cola es muy oscura, casi negra y destacando mucho el blanco de la pareja exterior de rectrices. El pico negro con la base de la mandíbula inferior más clara y los tarsos y los pies color carne. El iris de los ojos es castaño o pardo y está enmarcado por un anillo orbital de color rosa salmón en los adultos y pardo rosado en los jóvenes. Las hembras tienen un plumaje mucho más apagado. Prácticamente la cabeza tiene el mismo color pardo grisáceo que el resto de las partes superiores y no produce la impresión del encapuchado del macho. Nidificación: Ambos adultos hacen el nido con ramitas y hierbas secas, bien oculto en el fondo de un matorral, arbusto, mata de hierba, etc., a una altura que oscila entre los 25 y 90 cm; pone de 3 a 4 huevos, verdosos bastante claro, con alguna mancha gris pardo; la incubación por ambos padres, dura unos 14 días; suelen hacer dos puestas anuales. Alimentación: Principalmente insectos, pequeños moluscos y en invierno frutos. Hábitat: Matorrales y campos baldíos

Calandria común (Melanocorypha calandra)






La costumbre de reunirse en bandos, muy extendida en invierno, desaparece al llegar la época de cría, cuando las parejas de calandrias se reparten para anidar en campos abiertos, cultivados o baldíos, así como en pastizales o entre plantas halófilas. Allí los machos se elevan a veces a considerable altura y vuelan en círculos emitiendo un canto parecido al de la Alondra Común, pero fuerte y con frecuencia imitativo, que dura varios minutos, tras lo cual se lanzan a tierra con un vuelo en picado. El reclamo es un grito nasal característico. El nido está situado en una depresión del suelo, generalmente oculto por una planta. Realizada la cría de los cuatro a seis pollos, cuando éstos pueden volar, se reúnen con los adultos en bandos más o menos numerosos. La Calandria Común es una especie característica del Mediterráneo, y aunque su área se extiende por el este hasta las regiones del Caspio y Aral, falta en las Baleares, donde ha sido observada, al parecer, rarísima vez. En cambio, en la Península es bastante común en terrenos apropiados, faltando en una ancha franja norteña y en Galicia. Identificación: Es la mayor de las alaúdidas; macho: robusto pico pardo-amarillento; por encima, pardo negruzco con bordes posteriores de las alas pardo-grisáceos; por debajo, blancuzco, con pecho ocráceo algo listado de pardo, y una gran mancha negra en forma de cuerno a cada lado de la base del cuello; en la hembra, manchas más pequeñas. Nidificación: Nido, de hierbas secas, en tierra, junto a alguna planta, en sembrados de cereal o barbechos; puesta, de abril a junio, de 4 a 6 huevos blanco sucio, muy manchados de pardo y de gris; incubación, por la hembra, de unos 16 días; los pollos vuelan tras unos 12 días; a veces dos crías. Alimentación: Especialmente hierbecillas; también insectos, como coleópteros y dípteros. Hábitat: Matorrales y campos baldíos

Sisón común (Tetrax tetrax)

Huésped de las tierras cultivadas, el Sisón Común frecuenta terrenos secos y esteparios. El macho, polígamo, se instala en su territorio que defenderá hasta el final de la reproducción. Es relativamente abundante como nidificante en la mayoría del territorio español, pero las zonas tradicionalmente «sisoneras» se encuentran en Extremadura y las campiñas andaluzas, aunque sus nidos son difíciles de ver por estar muy ocultos entre la hierba y los cultivos y por el perfecto camuflaje de la hembra, que en nada recuerda al llamativo macho en plumaje estival. En invierno, nuestra población realiza movimientos dispersivos o trashumantes, a mayor o menor distancia de las zonas de cría. A estos bandos invernales se unen cantidad de aves procedentes de otras partes de Europa. Identificación: Macho, en plumaje nupcial, con capirote y dorso rubios vermiculados de pardo; mentón y mejillas gris azuladas; cuello negro con un doble collar blanco; vientre blanco; alas con ancha mancha blanca y cola blanca barrada de negro; hembra, dorso rubio pálido rayado y barrado de negro; cuello y flancos rayados de pardo, vientre blanco sucio y mancha alar más pequeña. Nidificación: Nido en una depresión del suelo; puesta, de abril a junio, de 3 a 4 huevos pardo oliváceos oscuros; incubación, sólo por la hembra, de 21 días; los pollos, nidífugos, vigilados por la hembra, vuelan tras varias semanas. Alimentación: Hierbas, semillas, insectos, gusanos, moluscos y batracios. Hábitat: Cultivos

Calamón común (Porphyrio porphyrio)

Entre la espesa vegetación de bayuncos y espadañas, se desliza furtivamente un ave semejante a la Gallineta Común, pero de bastante mayor tamaño; al atravesar un claro, se advierte su lustrosa coloración azul purpúrea en la que destacan el rojo vivo de pico y patas: es el Calamón Común, hermosa ave palustre, cuyas costumbres ariscas y discretas hacen que sea difícil observarla. Agil trepador, puede subir a lo alto de las cañas y tallos; también nada con facilidad, zambulléndose cuando la charca es suficientemente profunda. Vuela relativamente bien, con las patas colgando, pero en cuanto puede se interna de nuevo en la espesura. La voz de esta vistosa ave es extraña y semeja un pequeño trompetazo, mientras que la hembra reclama a sus pollos con raros gritos. España es el único país de Europa donde aún se encuentra criando el Calamón Común. De todos modos, no abunda en la Península, y cría solamente en las zonas meridionales, principalmente en las Marismas del Guadalquivir, y delta del Ebro pero siempre muy localizado. Identificación: Partes superiores e inferiores de color azul purpúreo, oscuro en el dorso y más claro en garganta y pecho; blanco níveo en las infracobertoras caudales; pico rojo, grande, prolongado en un escudete en la frente; patas largas, rojas; sexos iguales. Nidificación: El nido flotante, construido en lo más denso de cañaverales de espadañas y bayuncos, es una plataforma de tallos secos que sirven como base, forrados por anchas hojas y cubiertos por un túnel de hojas acuáticas; construido por ambos sexos; los pollos abandonan el nido al cuarto o quinto día de nacer. Alimentación: Casi exclusivamente vegetal, a base de tallos, jugosos de plantas acuáticas. Hábitat: Marismas y zonas palustres.

Somormujo lavanco (Podiceps cristatus)




En el espejo tranquilo de la laguna surge de repente una cabeza triangular seguida de un largo cuello; del cuerpo sólo se ve el dorso grisáceo, a ras de agua, el tiempo suficiente para reconocer al Somormujo Lavanco con sus orejas leonadas, pues inmediatamente el ave bascula de nuevo en el agua. Es un maravilloso buceador. Pero fuera del agua, este somormujo, al igual que los colimbos, es pesado y poco diestro. Para echar a volar tiene antes que correr sobre el agua a fin de adquirir velocidad progresivamente. En tierra casi se arrastra miserablemente y su figura, con las patas que prolongan su largo cuerpo plano, es sumamente curiosa. En realidad apenas puede subir arrastrándose a su nido, especie de plataforma que construye en el agua. El Somormujo Lavanco ha sido víctima del hombre que lo perseguía por su bello plumaje y para proteger los alevines de las piscifactorías; pero las modas pasan y actualmente este somormujo, menos buscado, es bastante común. A esto último ha contribuido además la proliferación de los embalses, que le han brindado nuevas zonas muy resguardadas en las que descansar. Identificación: Moño doble negruzco y gola castaña alrededor de la cabeza en época de cría; cuello blanco y largo, que puede no verse cuando el ave está encorvada y descansando; sexos iguales. Nidificación: Ambos sexos construyen una plataforma de hierbajos en el agua, que flota y se ancla a las plantas cercanas o toma asiento en el fondo; pone, de abril a julio, de 3 a 6 huevos blancos, pero pronto se oscurecen por las hierbas acuáticas; incubación, alrededor de 28 días por ambos sexos; los pollos, alimentados por la pareja, dejan el nido después de nacer, comenzando a bucear a las 6 semanas e independizándose a las 9 ó 10 semanas. Alimentación: Pececillos, moluscos; algas, hierbas y otras materias vegetales. Hábitat: Aguas continentales.

Martinete común (Nycticorax nycticorax)




El nombre latino del Martinete Común, que significa «cuervo de noche», define perfectamente a esta garza, de costumbres sobre todo crepusculares y nocturnas y cuyo grito recuerda el de los cuervos. Durante el día permanece oculto entre los arbustos espesos o en los árboles tupidos que bordean las charcas y no abandona su refugio hasta la caída de la tarde. Si se le sorprende en su retiro, el martinete apunta con el pico hacia el cielo: se mantiene rígido e inmóvil y así pasa frecuentemente desapercibido. Los martinetes se establecen en las proximidades de charcas o marismas, en compañía de otras garzas, tales como la Garza Real, la Garceta Común y las garcillas bueyera y cangrejera. Ocupan muy variados sustratos, por ejemplo alcornoques, encinas, pinos, olmos, tarajes y vegetación palustre, y construyen un nido más sólido que las otras garzas, con más fondo y algo revestido. Durante el mes de julio, los jóvenes se emancipan, abandonan la colonia y llegan hasta el norte de Europa. A fines de agosto y durante los meses de septiembre y octubre, emigran siempre, de noche, hasta alcanzar África tropical. Identificación: Adulto con nuca provista de un largo penacho blanco de 15 a 20 cm. en la época de reproducción; capirote y dorso negros; frente, mejillas y vientre, blancos; alas grises; patas amarillentas; pico negro; iris rojo vivo. Jóvenes, por encima pardo manchado y por debajo más claros. Sexos iguales. Nidificación: Nido, en árbol, construido por el macho. Puesta, de abril a junio, de 3 a 5 huevos azul verdoso pálido; incubación por ambos sexos, de unos 21 días; los pollos, alimentados por ambos padres, andan por las ramas tras unos 20 días y vuelan después de 35 a 40 días; a veces dos crías. Alimentación: Moluscos, crustáceos, insectos, larvas batracios, peces y pequeños roedores. Hábitat: Aguas continentales.

Búho chico (pollos)

La creencia popular divide las rapaces nocturnas en búhos, provistos de «orejas», y lechuzas, desprovistas de ellas. Las «orejas» son en realidad simples penachos de plumas y no tienen ninguna relación con los órganos del oído que en esta especie son internos solamente. El Búho Chico es uno de los más representativos de nuestros búhos, con sus largas «orejas», su vida exclusivamente nocturna y su ululación regular y grave: «hou-hou-hou». De día, se oculta en el bosque, sobre todo en las coníferas, donde también sitúa su nido. En la noche cerrada, y tras haber lanzado algunas llamadas, sale de su retiro y recorre su territorio. Caza pequeños roedores u otras presas que pueden presentarse en los linderos del bosque e incluso en terreno descubierto. Durante su parada, el macho efectúa vuelos acrobáticos, planeando como una hoja seca o ejecutando saltos acompañados de sonoros chasquidos de las alas. En España el Búho Chico anida en diferentes regiones, cubriendo toda la superficie peninsular. Hasta fecha reciente se tenía datos fragmentarios sobre su biología, movimientos, etc. Aunque esta población, en principio, se comporta como sedentaria, no por ello deben descartarse algunos movimientos dispersivos. Identificación: Largas "orejas"; plumaje ocráceo con moteado pálido y rayas oscuras; ojos amarillo-anaranjado; sexos iguales. Nidificación: Normalmente utiliza viejos nidos de Urraca, Cuervo u otro córvido, o una madriguera de ardilla; a veces construye en el suelo; puesta, marzo-junio, de 4 a 5 huevos blanco lustroso; incubación, 25 a 28 días, sólo por la hembra; los pollos, alimentados por ambos sexos, dejan el nido después de unos 25 días. Alimentación: Ratas, ratones, topillos, musarañas; fringílidos, gorriones y, a veces, aves tan grandes como arrendajos; algunos abejorros y otros escarabajos. Hábitat: Bosques.